Amicos



Se tienen muchos, pocos o ninguno, dependiendo de cómo los agrupes o la complicidad y confianza que compartas con ellos. A veces, nos pasamos la vida creyendo que estamos rodeados de personas que siempre estarán a nuestro lado y, entonces, llega el día en el que se disipan todas nuestras dudas.  Sea por nosotros o por las circunstancias ocurre que no elegimos con exactitud a nuestros confidentes, sino que es el destino el que nos conduce en ese camino discontinuo, el cual iniciamos con gran emoción y de forma efusiva y en el que, más tarde, vamos arrancando espinas y cultivando futuros apegos.
Haciendo un guiño a su variada semántica, el diccionario de la Real Academia Español define la amistad como:
 
 
 
 
 
1. f. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
2. f. amancebamiento.
3. f. Merced, favor.
4. f. Afinidad, conexión entre cosas.
5. f. ant. Pacto amistoso entre dos o más personas.
6. f. ant. Deseo o gana de algo.
7. f. pl. Personas con las que se tiene amistad.
 
 
 
Es esa persona con la que compartes aficiones, gustos, secretos y lágrimas. Sí, nos resulta inevitable utilizarlos como confesonarios particulares, comprometiéndonos moralmente a la reciprocidad. No se hace por obligación, sino, más bien, por una necesidad innata a no sentirnos solos. Un día te levantas y sientes que te pesa el mundo, que careces de fuerzas para afrontar cada segundo nuevo, cada minuto eterno y cada hora inalcanzable. Te falta el aliento y la voz para callar todo tu alrededor y maldices el no haber nacido con el don de congelar el tiempo hasta que te sientas mejor. Suerte que en ese instante en el que tu angustia se hospeda en tu garganta recuerdas que hay voces que te alivian, oídos que te escuchan y consejos que te ayudarán a volver a pisar fuerte en la vida.
 Ni que decir tiene que una mirada dice más que mil palabras , así como un beso, un abrazo o una palmadita en la espalda. Sin embargo, en ocasiones erramos en titubeos absurdos condicionados por la telepatía ocular con nuestro oyente -¡qué estupidez!- sin que nadie nos diga hazlo, porque, de vez en cuando, nuestro indeciso censor nos juega malas pasadas. Por ende, también apostamos por acciones que no se darán, que nos decepcionarán porque somos así de gilipollas, ya que no es oro todo lo que reluce. La bella palabra "amistad" lo magnifica y distorsiona todo, retorciéndose en su esencia que de apariencia pura se torna, mas su esqueleto es frágil y en ocasiones se rompe tan sólo con retirar alguna de las piezas que lo decora. A muchos llamamos "amigo" cuando sería un conocido o compañero. Así pues, son las pruebas de Cronos y Psique quienes manejarán a su antojo los hilos que nos impulsan a actuar y extraer conclusiones.

Quiero disculparme si en algún momento he pecado de frivolidad, no se me daban muy bien los números y, tal vez, de tanto ensayar problemas  haya  terminado calculando las emociones.

Comentarios

Entradas populares