Detrás de ti, delante mía

Estos dedos que se empiezan a confundir al teclear pensamientos,  se atropellan y brillan por su escasa coherencia uniendo frases...y el tercer punto, se hace desear.
Me miró una esmeralda bárbara,  masculina,  a los ojos. Me dijo algo; me dejó sin palabras. Cuando algo es tan bello, se hace muy difícil olvidarlo, y más cuando sabes que nunca más lo volverás a disfrutar.
Por ello, por lo efímera que es una ilusión, la contemplación se hizo para los cobardes como yo; los deseos pasan delante tuya en una preciosa bandeja de dulces y tú y yo detrás del cristal; y la felicidad, delante mía, me sonríe y se va escribiendo en el aire frases que entenderé cuando me enseñen a amar a la imagen que se refleja en el espejo donde ahora mismo te miras.

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