Debajo de un número hay un igual

Con prisa, piensas cuánto te queda para el siguiente reto llegar. Tropiezan tus palabras como los pasos que malgastas controlando cada segundo de tu existencia, el aliento que dejas ir en busca de tus propios enemigos, tus miedos.
Al pasar tantos instantes a solas, te desacostumbras a empatizar con la imagen que ves en el espejo ¿Quién será? Parece descuidada, ausente, en ocasiones feliz al pensar algo que desconoces. ¿Qué tramas hacer después de volver al mundo real? Nada, no hay conexión alguna entre ambas esferas...
Lo terrenal se planifica en agujeros que van cediendo el suelo tras mis pisadas, cada vez es más difícil levantar el rostro y seguir adelante. Me pesa lo que no controlo, lo que no veo venir, lo que me autoconvenzo de que no me merezco.
Y ella me mira, es una sombra que suma otro cuerpo, un número debajo de algo que, al final de sus días, será igual que ella. Nada. 

Comentarios

Entradas populares