Hilando gotas de vida.

Respira y date la vuelta. ¿Qué  ves? Una calle vacía en la que las voces del viento juegan a la pelota, no hay nadie. 
Gírate de nuevo: allí estás, ¿no te reconoces?  Han sido muchos los contratiempos que han cambiado tus espejos, que te han martillado la cabeza hasta casi romper el último hilo de esperanza.
Una hora que no llega y una conclusión que se hace esperar; el pulso se acelera y no hay agua que sacie tus dudas; rezas por las noches vivir el sueño de seguir existiendo.
Hay sombras en  los días eternos,  esperando a que se termine este infierno, casi al filo del abismo. Te faltan las fuerzas antes de que el sol empieza a cerrar los ojos.
Ya se acabó. Puedes sonreír,  puedes llorar y  seguir tejiendo en la ruleta de la vida  que aún no ha dejado de girar.

Comentarios

Entradas populares